Pensaba, mientras ocultaba y mostraba capas pulsando el ojito extraño y con cierto aire siniestro, que las cosas que se suceden día tras días y adquieren el nombre de rutina, es mucho más incomprensible de lo que aparenta ser. No dejo de pensar, que todo es un discreto vórtice que se agita vertiginosamente y a una velocidad desmesurada; que además, es discreto y recatado. Hasta irónicamente modoso.
Al final, te das cuenta de que, tu cabeza se ha salido fuera del rail entre colores chillones y curvas sinuosas, pero que durante esos momentos de dudosa exaltación narcoléptica, te has planteado un algo que aprecía insignificante pero que en el fondo y pese a toda su mesura, estaba ahí.
Al final, te das cuenta de que, tu cabeza se ha salido fuera del rail entre colores chillones y curvas sinuosas, pero que durante esos momentos de dudosa exaltación narcoléptica, te has planteado un algo que aprecía insignificante pero que en el fondo y pese a toda su mesura, estaba ahí.
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